Grupos : Mafias

Rusa, Italiana y Japonesa

Russkaya Mafiya o Bratva: son nombres usados a menudo para designar una gama de organizaciones del crimen originarios de la ex Unión Soviética, Rusia y la CEI. Desde la caída de la Unión Soviética en 1991, estos grupos han acumulado un considerable poder e influencia en todo el mundo. Son activos en la mayoría de los sectores de la sociedad rusa. Sus acusaciones son basadas en la extorsión, tráfico de armas, fraude, delitos informáticos, tráfico de personas, prostitución y tráfico de drogas, entre las cuales, se encuentra la denominada Poison Paradise, quien es la epítome de las desgracias actuales en cuanto a adicción se trata y el detonante de la guerra territorial, económica y social entre los grupos armados latentes en Rusia, así como los cuerpos policiacos.

Italiana: Es una sociedad secreta criminal (mafia) siciliana acentuada hace varios años ya en Moscú; desarrollada originalmente a mediados del siglo XIX en Sicilia (Italia). En cada barrio, ciudad o hasta estado es dirigido por una "Familia" en la cual se subdividen rango de un simple torpedo o soldado (soldati) pasando por capos y consiglieri hasta llegar al más alto rango de una familia, que tiene que ser ratificado por la comisión. Su “Modus Operandi” es el mismo de la trata de personas o en términos correctamente expresados, la venta de esclavas en clubes de dudosa procedencia, donde, ni siquiera la fuerza policial suele interceder, exceptuando por todo un operativo que conlleva a los enfrentamientos más déspotas existentes.

Asiática: Esta mafia es una de las más antiguas y poderosas y es, sin duda, la que más miembros tiene, con un aproximado de 87 000 miembros. El oriente a pesar de ser uno de los jugares más seguros, tiene esta organización criminal, que a diferencia de las demás en el mundo, sus tatuajes los hace reconocibles (se extienden muchas veces a la cara), ellos no se sienten criminales, y llevan con orgullo sus distintivos, no hay motivo de ocultarse si se piensa se está haciendo bien. En Asia representan el mayor problema, ya que no dejan de extenderse, además son como una empresa, con un funcionamiento casi legal porque tienen el apoyo de políticos extorsionados a su favor. Ellos se centran en lo tradicional, trata de blancas, drogas y carreras clandestinas que dejan ganancias de varios millones de dólares gracias a las apuestas ya que no se queda en simples carreras de callejeras, sino que organizan eventos privados donde los mejores corredores demuestran sus habilidades, aunque no es tan fácil como parece. Con el trascender del tiempo, los japoneses lograron extender sus clandestinos negocios por todo el continente, permitiendo a coreanos, chinos, tailandeses, entre otros, a ser parte de una organización que día a día, se vuelve muchísimo más fuerte.